Es probable que te hayas topado con Hello Kitty en los lugares más inesperados y recónditos. Y no estoy hablando tan solo de ropa, accesorios o útiles escolares… hablo de tatuajes, instrumentos musicales, y hasta bebidas alcohólicas.
Conocida en sus inicios como un personaje para niñas, la gatita Hello Kitty fue diseñada en Japón en 1974 por la compañía Sanrio; su primer aparición fue adornando un monedero de vinilo. Y aunque el concepto originalmente fue creado para niñas, más tarde se expandió a adolescentes y posteriormente a adultos.
Según su diseñadora, Yuko Yamaguchi, Hello Kitty se diseñó sin boca y sin expresión para que la gente pudiera proyectar sus propias emociones en ella y no estuviera ligada a ningún sentimiento en especial. Esa fue una idea brillante por parte de Sanrio, y una de las características que llevó a Hello Kitty a penetrar todo tipo de mercados y productos. Hello Kitty es un personaje lindo, neutro y acoplable a todo.
Como tantas invenciones japonesas, el alcance de Hello Kitty rebasó hasta las expectativas más ambiciosas. La pequeña felina blanca de cara geométrica y carente de boca, no se conformó con en el mercado infantil. Como toda una celebridad, alcanzó la fama internacional y se volvió un gran ícono de moda, generando billones de dólares anuales y apareciendo en literalmente todo, desde accesorios para niñas, ropa juvenil, moda retro, bolsas y accesorios, y después lugares aún más inesperados: álbumes de música, joyería de Swarovski y más recientemente en los aviones «Hello Kitty» que vuelan de Taipei a Los Angeles tres veces por semana. Cuando alguien dijo «El cielo es el límite», Hello Kitty se lo tomó muy en serio.
Como toda celebridad, Hello Kitty también ha sido objecto de críticas y especulaciones. En los años 70’s, surgió la leyenda urbana de que Hello Kitty estaba vinculada con el satanismo. Según cuenta la leyenda, su verdadera diseñadora fue la madre de una niña de 14 años en etapa terminal de cáncer de boca. Después de invocar a las divinidades y no recibir respuesta, la madre hizo un pacto con Satanás y prometió crear un personaje que sería muy famoso, a cambio de la salud de su hija. Satanás cumplió, y Hello Kitty se creó (sin boca, simbolizando a la niña con cáncer) con el fin de abrir las puertas de muchos hogares a la influencia de Satanás. Y con esta leyenda, Hello Kitty ha penetrado también agrupaciones satánicas; algunos la llaman «la hija de satanás.»
Pero esa es sólo una leyenda urbana, la verdadera Hello Kitty fue creada por Sanrio y su éxito rotundo es difícil de explicar. Podría ser la combinación del concepto «kawaii» (lindo, en japonés) y la falta de expresión, lo que le dio a Kitty ese aire de misterio y de ternura, que la han hecho tan querida y popular.
Sea cual sea el secreto de su éxito, Hello Kitty sigue y seguirá dando mucho de que hablar, tanto en Japón, como en el resto del mundo.
Google+
Facebook